Es un tipo de trampa con láminas pegajosas sustituibles, de gran sensibilidad para la captura.
De color blanco, forma un tejadillo sobre una base, con dos ventanas laterales por donde penetran los insectos a su interior. Sobre la base de las ventanas se deslizan las láminas pegajosas, quedando perfectamente incrustadas. Esta trampa va provista de un colgador de alambre especial.
Los insectos quedan atrapados en el adhesivo de la lámina, de forma que pueden ser fácilmente contados.
Este tipo de trampa se utiliza siempre que el número de insectos no sea muy elevado, ya que es una trampa de poca capacidad; empleándose principalmente para el seguimiento de las curvas de vuelo de numerosos insectos.
También se utiliza para controlar la efectividad del tratamiento de la lucha por confusión sexual de las plagas de polilla.
En zonas secas es menos efectiva, ya que el polvo contamina la lámina pegajosa.